Hace unos minutos estuve platicando con el Dr. en Historia y Dr. en Finastranzas, que diga en Finanzas, Javier Pérez Siller, amigo mío desde nace mas de 40 años y con el que desde siempre platicar de proyectos y ahora de historia y su apasionante trabajo es como un suspiro, porque nos falta tiempo para platicar mas; me contó una curiosa anécdota que salió a colación de una entrevista que hizo a un Sr. Derbés, potosino, hijo de emigrantes franceses.
Pues resulta que se reunió la comunidad francesa potosina, en el Hotel Nicú, que aparece en la fotografía de arriba, cuya construcción fue demolida junto con toda la manzana en la década de los sesentas, para ampliar la plaza de los fundadores.
El motivo de la reunión “gala “ fue para dar la bienvenida a otro emigrante francés, el Sr. Coulón (que de origen se pronuncia Culón) la reunión fue de lo mas grata para todos los franceses, entre recuerdos promesas, parabienes y buenos augurios; cuando terminó la reunión el Sr. Coulón se retiraba, y comenzó a buscar algo, cuando le preguntaron si todo estaba bien dijo que no encontraba su paraguas entonces el Sr. Derbés llamó a una de las camareras y preguntó con voz clara y fuerte —Donde está el paraguas del Sr. Culón?— la camarera contestó de inmediato —Ah, el paraguas del Sr. Culón la Señora Nicu-lo-tiene—, la concurrencia soltó una espontánea carcajada, le explicaron al Sr. Coulón la gracia que les hizo la frase pronunciada prácticamente sin pausas entre una palabra y la otra, de tal suerte que a partir de ese momento el Sr. Coulón hizo que su apellido se pronunciara tal cual se lee en español.
Pues resulta que se reunió la comunidad francesa potosina, en el Hotel Nicú, que aparece en la fotografía de arriba, cuya construcción fue demolida junto con toda la manzana en la década de los sesentas, para ampliar la plaza de los fundadores.
El motivo de la reunión “gala “ fue para dar la bienvenida a otro emigrante francés, el Sr. Coulón (que de origen se pronuncia Culón) la reunión fue de lo mas grata para todos los franceses, entre recuerdos promesas, parabienes y buenos augurios; cuando terminó la reunión el Sr. Coulón se retiraba, y comenzó a buscar algo, cuando le preguntaron si todo estaba bien dijo que no encontraba su paraguas entonces el Sr. Derbés llamó a una de las camareras y preguntó con voz clara y fuerte —Donde está el paraguas del Sr. Culón?— la camarera contestó de inmediato —Ah, el paraguas del Sr. Culón la Señora Nicu-lo-tiene—, la concurrencia soltó una espontánea carcajada, le explicaron al Sr. Coulón la gracia que les hizo la frase pronunciada prácticamente sin pausas entre una palabra y la otra, de tal suerte que a partir de ese momento el Sr. Coulón hizo que su apellido se pronunciara tal cual se lee en español.
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