Su nombre completo fue Juan Ernesto Báez Lozano, nació el 7 de noviembre de 1923 en San Luis Potosí, México, falleció el 27 de Mayo de 2006 en su domicilio particular de Av. V. Carranza, frente al cine Avenida, donde vivió siempre. Su casa se extendía desde Avenida V. Carranza al norte, hasta la de Madero al sur o parte posterior, donde había otra puerta y por ese lado resultó vecino de otro ilustre potosino, Monseñor Joaquín Antonio Peñalosa con quien desde muy tierna edad llevó una sólida amistad y como curiosidad diré que nunca se tutearon.
Licenciado en Derecho por la UASLP, Musicólogo y Matemático Práctico, impartió durante gran parte de su vida (32 años) la cátedra de Matemáticas para primer grado de bachillerato en la UASLP, la Normal del Estado y el Instituto Potosino (Marista).
Fue miembro del Consejo Consultivo de la UASLP durante 26 años, director de Radio Universidad de 1941 a 1955.
En el servicio público fue Regidor del Ayuntamiento de San Luis Potosí, S.L.P. diputado local en dos ocasiones y diputado federal en la XLIX Legislatura (1973-1976), Agente del Ministerio Público Adscrito a la Procuraduría General de la República, Presidente de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, Director de la Escuela Estatal de Música y Delegado de la Secretaría del Trabajo durante 20 años (Falleció siendo el titular de esa delegación).
Cuando concursó en el premio de los sesenta y cuatro mil pesos, que dirigía don Pedro Freís Santacruz, contestó siempre con toda puntualidad durante las primeros cinco programas semanales la sexta vez se tardó un poco mas de lo acostumbrado, estaba a punto de perder el premio, y cuando faltaban escasos segundos para terminar su tiempo de respuesta contestó con toda precisión.
Cuando le preguntaron sobre el motivo de la tardanza en responder, dijo que no había estudiado eso pero que finalmente recordó que había leído una anécdota relativa en alguna revista en alguna peluquería.
El único homenaje que recibió en vida fue el 14 de Febrero de 2005, organizado por la UASLP, en el patio del edificio central, con la participación de la Orquesta Sinfónica de San Luis Potosí, dirigida por el Maestro José Miramontes Zapata.
Cuando se enteró del fallecimiento de Monseñor Joaquín Antonio Peñalosa, lo lloró, literalmente durante tres días.
—El llanto es un don— me dijo cuando me platicó su pesar por Peñalosa, —como lo es la risa, ¿que haríamos sin esos dones?— sobre el llanto del lic. Báez Lozano, existen muchas anécdotas.
Ha recibido muchísimos homenajes póstumos.
Licenciado en Derecho por la UASLP, Musicólogo y Matemático Práctico, impartió durante gran parte de su vida (32 años) la cátedra de Matemáticas para primer grado de bachillerato en la UASLP, la Normal del Estado y el Instituto Potosino (Marista).
Fue miembro del Consejo Consultivo de la UASLP durante 26 años, director de Radio Universidad de 1941 a 1955.
En el servicio público fue Regidor del Ayuntamiento de San Luis Potosí, S.L.P. diputado local en dos ocasiones y diputado federal en la XLIX Legislatura (1973-1976), Agente del Ministerio Público Adscrito a la Procuraduría General de la República, Presidente de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, Director de la Escuela Estatal de Música y Delegado de la Secretaría del Trabajo durante 20 años (Falleció siendo el titular de esa delegación).
Cuando concursó en el premio de los sesenta y cuatro mil pesos, que dirigía don Pedro Freís Santacruz, contestó siempre con toda puntualidad durante las primeros cinco programas semanales la sexta vez se tardó un poco mas de lo acostumbrado, estaba a punto de perder el premio, y cuando faltaban escasos segundos para terminar su tiempo de respuesta contestó con toda precisión.
Cuando le preguntaron sobre el motivo de la tardanza en responder, dijo que no había estudiado eso pero que finalmente recordó que había leído una anécdota relativa en alguna revista en alguna peluquería.
El único homenaje que recibió en vida fue el 14 de Febrero de 2005, organizado por la UASLP, en el patio del edificio central, con la participación de la Orquesta Sinfónica de San Luis Potosí, dirigida por el Maestro José Miramontes Zapata.
Cuando se enteró del fallecimiento de Monseñor Joaquín Antonio Peñalosa, lo lloró, literalmente durante tres días.
—El llanto es un don— me dijo cuando me platicó su pesar por Peñalosa, —como lo es la risa, ¿que haríamos sin esos dones?— sobre el llanto del lic. Báez Lozano, existen muchas anécdotas.
Ha recibido muchísimos homenajes póstumos.