
Poco, muy poco se ha escrito sobre alguien que mucho escribió y lo que se ha escrito es tan erróneo que en nada dibuja la imagen de Joaquín Antonio Peñalosa, se ha dicho que era obispo o fraile franciscano y ni una ni otra cosa; los potosinos lo sabemos porque lo conocimos, cuando menos lo
vimos alguna vez ya fuera en su programa de cinco minutos de felicidad, que en realidad eran como quince, pero siempre amenos llenos amor, con mensajes de crecimiento humano y espiritual, o lo escuchamos en la radio y después lo vimos en Televisión con su programa de temporada navideña, Camino a Belén y sin mencionar su extensa bibliografía; escribió mas de noventa libros, y un sinfín de artículos periodísticos publicados en prácticamente todos los diarios de la localidad.
Sus letras fueron conocidas en prácticamente todo el mundo de habla hispana, sin embargo poco se sabe de su persona y obra humanitaria a favor de la infancia pobre de San Luis Potosí.
Monseñor Joaquín Antonio Peñalosa y Santillán nació en San Luis Potosí el 9 de Enero de 1922, sus padres fueron don Rafael Antonio Peñalosa Sanz y doña Josefina Santillán Bocanegra; por ella le viene el parentesco con Francisco González Bocanegra.
Queda huérfano de padre a muy tierna edad, siendo entonces su madre sostén y guía.
A los 13 años ingresa a la Escuela Apostólica de los Misioneros del Espíritu Santo en Guadalajara, Jal. donde se distinguió por su facilidad en el aprendizaje y dominio del Latín, pero tuvo que regresar a San Luis cuando su madre se enferma, es entonces cuando ingresa al Seminario potosino, de donde lo ordena Sacerdote, el obispo Gerardo Anaya Diez de Bonilla el 1 de noviembre de 1947; su primera misa la celebra en la capilla del convento de las Misioneras del Espíritu Santo y ejerce su ministerio sacerdotal en la Parroquia de San Miguelito y el templo del Sagrario.
En 1952 parte a la
Cd. de México donde realiza estudios de posgrado y doctorado en Letras Españolas presentando, en el postgrado, la tesis “Francisco González Bocanegra –su vida y su obra-“ y para el doctorado “Entraña Poética del Himno Nacional”, rindiendo con esto, además, homenaje a su sangre.
En 1957 funda “El Hogar del Niño” donde recibía niños sin recursos y les proporcionaba casa, vestido, alimento y estudio. En la actualidad sigue funcionando esta institución con algunas modalidades, sin perder de vista los principios y espíritu para lo que fue creado.
Aunada a su vocación por el estudio estaba su vocación por la docencia y fue maestro en el Seminario, el Instituto Tecnológico entonces regional, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, en los Colegios Motolinía, Sagrado Corazón, Hispano Inglés y el Instituto Potosino de los hermanos maristas y otros más.
Participó en la construcción de dos templos: Cristo Rey y La Anunciación.
Tenía el hábito de escribir todos los días, aún en aquellos en que no sentía inspiración para hacerlo. Siendo seminarista fue descubierto, como escritor, por el Obispo de Monterrey don Guillermo Tritschler y Córdoba, quien recomiendo al Obispo Potosino, don Gerardo Anaya, que apoyara a Peñalosa y gracias a eso se publica su primer libro “Ensayos Poéticos de Manuel José Othón.
En 1948 publica por su cuenta su primer libro “Pájaros de la Tarde”, en 1950 “Invitación a los clásicos”, 1951 “Ejercicios para bestezuelas de Dios”, 1959 “Siete poemas”, 1961 “Canciones pa
ra entretener la nochebuena”, 1962 “Sonetos desde la esperanza”, 1963 “Un minuto de silencio”, 1977 “Museo de cera”, 1986 “Sin decir adiós”, 1992 “Aguaseñora”, 1993 “Copa del mundo”, “Cantigas de Santa María”, 1997 “Hermana Poesía”, 1999 “Cantar de las cosas leves” y muchos, muchos mas con una variedad de temas y géneros tan extensos que los hay para todos los gustos, niveles y edades.
Algo observable en su extensa bibliografía es que conforme fue avanzando en edad fue creciendo en sensibilidad y sencillez.
Fue Capellán de la plaza de toros, ovinamente era aficionado a la fiesta brava.
Socialmente se desenvolvía en todos los círculos sociales durante algún tiempo fue el cura de moda entre la clase acomodada que sostenía con sus donativos y limosnas de algunos, a sus niños pobres. Tan estrecha era su relación con la burguesía potosina que de broma o no se le ligaba a la familia mas representativa de fines de los sesentas y principios de los setentas con la frase “Uy no, que darán los Meade y el Padre Peñalosa”.
Joaquín Antonio Peñalosa fue llamado por el Padre Celestial, el 17 de noviembre de 1999 y el cura escritor, como hijo, obediente fue a Él.

Sus letras fueron conocidas en prácticamente todo el mundo de habla hispana, sin embargo poco se sabe de su persona y obra humanitaria a favor de la infancia pobre de San Luis Potosí.
Monseñor Joaquín Antonio Peñalosa y Santillán nació en San Luis Potosí el 9 de Enero de 1922, sus padres fueron don Rafael Antonio Peñalosa Sanz y doña Josefina Santillán Bocanegra; por ella le viene el parentesco con Francisco González Bocanegra.
Queda huérfano de padre a muy tierna edad, siendo entonces su madre sostén y guía.
A los 13 años ingresa a la Escuela Apostólica de los Misioneros del Espíritu Santo en Guadalajara, Jal. donde se distinguió por su facilidad en el aprendizaje y dominio del Latín, pero tuvo que regresar a San Luis cuando su madre se enferma, es entonces cuando ingresa al Seminario potosino, de donde lo ordena Sacerdote, el obispo Gerardo Anaya Diez de Bonilla el 1 de noviembre de 1947; su primera misa la celebra en la capilla del convento de las Misioneras del Espíritu Santo y ejerce su ministerio sacerdotal en la Parroquia de San Miguelito y el templo del Sagrario.
En 1952 parte a la

En 1957 funda “El Hogar del Niño” donde recibía niños sin recursos y les proporcionaba casa, vestido, alimento y estudio. En la actualidad sigue funcionando esta institución con algunas modalidades, sin perder de vista los principios y espíritu para lo que fue creado.
Aunada a su vocación por el estudio estaba su vocación por la docencia y fue maestro en el Seminario, el Instituto Tecnológico entonces regional, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, en los Colegios Motolinía, Sagrado Corazón, Hispano Inglés y el Instituto Potosino de los hermanos maristas y otros más.
Participó en la construcción de dos templos: Cristo Rey y La Anunciación.
Tenía el hábito de escribir todos los días, aún en aquellos en que no sentía inspiración para hacerlo. Siendo seminarista fue descubierto, como escritor, por el Obispo de Monterrey don Guillermo Tritschler y Córdoba, quien recomiendo al Obispo Potosino, don Gerardo Anaya, que apoyara a Peñalosa y gracias a eso se publica su primer libro “Ensayos Poéticos de Manuel José Othón.
En 1948 publica por su cuenta su primer libro “Pájaros de la Tarde”, en 1950 “Invitación a los clásicos”, 1951 “Ejercicios para bestezuelas de Dios”, 1959 “Siete poemas”, 1961 “Canciones pa

Algo observable en su extensa bibliografía es que conforme fue avanzando en edad fue creciendo en sensibilidad y sencillez.
Fue Capellán de la plaza de toros, ovinamente era aficionado a la fiesta brava.
Socialmente se desenvolvía en todos los círculos sociales durante algún tiempo fue el cura de moda entre la clase acomodada que sostenía con sus donativos y limosnas de algunos, a sus niños pobres. Tan estrecha era su relación con la burguesía potosina que de broma o no se le ligaba a la familia mas representativa de fines de los sesentas y principios de los setentas con la frase “Uy no, que darán los Meade y el Padre Peñalosa”.
Joaquín Antonio Peñalosa fue llamado por el Padre Celestial, el 17 de noviembre de 1999 y el cura escritor, como hijo, obediente fue a Él.
La calle donde vivió, en una casita anexa al Hogar del niño, en la entonces Avenida de las Torres se llama hoy Joaquín Antonio Peñalosa .