lunes, 28 de junio de 2010

San Luis Ayer y Hoy

Templo Santuario de San José

El templo de San José, donde se venera la imagen “Del Señor del trabajo” inició su construcción hacia 1882 en el lugar donde ya existía una ermita, al sureste de la "huerta de los carmelitas", ahora Alameda Juan Sarabia.
Su cripta es una de las mas grandes de San Luis Potosí, ahí descansan los restos de Monseñor Joaquín Antonio Peñalosa y de otros ilustres y no tan ilustres curas potosinos. Todavía en la década de los sesenta se podía apreciar desde el exterior, por algunos respiraderos, su interior, lo que hacía pensar a muchos que era parte de los tan traídos y llevados túneles.
Su torre fue terminada de construir hacia 1911, ahí estaba y existe una réplica de la Cruz de Camacho, testimonio de una historia como la de los Montesco y Capuleto que se puede leer en el libro “Relatos Potosinos de Juan Carlos Hernández Contreras.
En contra esquina de San José se encuentra actualmente “El Centro de Difusión Cultural Raúl Gamboa”, donde una vez estuvo una casona, escenario de la Leyenda “El Buen Doctor” que se puede leer en mi libro Leyendas de San Luis Potosí.
Cerca de San José se encontraba el Barrio de la Alfalfa, donde se encontraba “El Callejón de las manitas”, escenario de un trágico acontecimiento que dio origen a otra leyenda.



En esta fotografía se aprecia la construcción de la torre o campanario que se encuentra en la parte central dando marco a la entrada al templo.

La torre casi terminada, aún con andamios, pero ya se puede apreciar prácticamente en su totalidad.


Hacia 1920, el Templo de San José lucía esplendoroso desde la parte sur de la alameda. La caja de agua había quedado en desuso y en el cruce de las actuales calles de Universidad con constitución se encontraba el monumento a Vicente guerrero que posteriormente fue trasladado al centro del Jardín de San Francisco.

Actualmente la vista al Santuario de San José se aprecia así, prácticamente perdida en una calle que se hizo angosta y donde en lugar de carretas de parsimonioso andar, transitan ahora raudos y ruidosos modernos vehículos que luchan por ganarse el paso y cuyos conductores apenas si se percatan de la maravilla ecléctica única en su género, sólo queda como testigo silente la vieja caja de agua que muchos desconocen que fue y para que servía.


viernes, 4 de junio de 2010

Relatos Potosinos


En abril pasado salió a la luz un nuevo libro de cosas viejas, editado por “Casa Editorial Contreras”: Relatos Potosinos de Juan Carlos Hernández Contreras, un joven que a sus 23 años se ha dado a la tarea de buscar Leyendas, Tradiciones y crónicas de acontecimientos que en un momento dado han sido parte de la historia popular y otras que afortunadamente siguen siendo parte de nuestra tradición, como es la forma en que se vive el Viernes de Dolores en el Barrio de Santiago, específicamente en el Callejón del Buche, actualmente Calle de Altamirano; “El hombre sin cabeza”, “La Cruz de Camacho y la Cruz Colorada”, que encierra una trágica historia; El misterio que encierra la historia de los Candiles de San Francisco y el Santuario” que de origen debieron ser tres; El señor del Saucito, su leyenda y su tradición.
Toca en su libro, además, temas como el de los Túneles, manteniendo viva la inquietud por encontrarlos, Juan del Jarro que no puede faltar en un libro de historia popular de San Luis; la crónica “del equipo del milagro”, algo nuevo que puede ser de interés para los jóvenes futboleros.
El libro de Juan Carlos Hernández Contreras es un viaje a través del tiempo por las hermosas calles y viejas casas del San Luis de todos los tiempos, que a veces resultan misteriosas cuando las ruedas de una carreta se escuchan rodar sobre sus duros adoquines, o cuando los tacones de una mujer son percibidos pero ella no.
Su estilo fresco hace de “Relatos Potosinos” una lectura amena y ligera que le hace devorarlo con los ojos, dejándole la satisfacción de haber aprendido algo nuevo de San Luis.
La edición estuvo a mi cargo y he de confesar que antes de leerlo con detenimiento tuve la intensión de hacerle algunos cortes y concretarme directamente al cuerpo del tema, pero sinceramente hubiera sido un error porque este es un libro que servirá a nuevas generaciones para conocer los momentos que reseña Juan Carlos en su obra.
Ud puede adquirir ya este libro en las principales librerías potosinas y en el puesto de libros del Jardín Colón.