
La distribución interior del Cine fue objeto de minucioso estudio con el fin de poder ofrecer toda clase de comodidades al público potosino y a fin también de resolver las necesidades y problemas de visibilidad y acústica que las modernas salas de espectáculos requieren.
Las entradas principales del Cine se encuentran situadas en la esquina de Venustiano Carranza y Tomasa Estévez, dando acceso al vestíbulo el cual cuenta con dos taquillas para el servicio y la puerta de entrada a las oficinas; de él parte una escalera que da acceso al Foyer, éste es amplio y bien iluminado, importantes condiciones para cumplir con las necesidades de un lugar de descanso. El
Foyer a la vez es el recinto de distribución, partiendo de el una escalera de grandes dimensiones que da acceso a la mezanine, cuenta además con cuatro puertas para la Sala de espectáculos y una para el anexo, donde se encuentran los servicios sanitarios, teniendo además debajo de la escalera principal, lugar destinado a dulcería y casetas telefónicas.En esta magna obra, se invirtió más de un millón doscientos mil pesos.
Fue el cine mas lujoso y caro de todos los construidos en San Luis Potosí México, sufrió algunas modificaciones técnicas de acuerdo a los avances del cine, sin
embargo fue, de los clásicos potosinos, el de vida mas corta pues no llegó a funcionar ni 40 años, en la década de los 80 fue cerrado y en los noventas rentado a una compañía de cines, que lo modificó para construir en su interior pequeñas salas de cine.Existe una leyenda que cuenta que un fantasma habita el cine, es el fantasma de un niño que murió al caer desde el Mezanine, que hacía travesuras a los trabajadores del Cine y de los cinemas que después se construyeron, según cuentan se le escucha hablar, correr y jugar en las diferentes áreas siendo su preferida donde se encontraba la sala principal.





Para quien lo dude aquí he subido una foto de 1904 donde se puede apreciar a un nutrido grupo de aguadores que se abastecían de agua y en esos botes cuadrados (Botes alcoholeros) surtían agua potable de casa en casa por unos cuantos centavos.
Ellos fueron de los primeros que tuvieron agua corriente en sus instalaciones y la Caja de Agua que les presento se encuentra en lo que fue “la huerta de los carmelitas” y hoy la Alameda Juan Sarabia, mas precisamente en el crucero de las calles de Constitución con Universidad. Su utilidad también rebasó los cien años. 
























